Capítulo 12

Un coche se detiene ante su presencia y la ventanilla del conductor desciende mostrando un fingido desinterés. Una voz grave declara desde su ronca profundidad:
–Sabía que ibas a venir –y subraya la frase con una blanquecina nube de tabaco.
La portezuela del acompañante se abre.
–Vamos –ordena el conductor.
La silueta gatuna se desliza de la acera al asiento y allí confiesa:
–No sé si hoy quiero hacerlo.
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