jueves, junio 01, 2006

Capítulo 10

La ciudad parece estar cayendo en el sopor de la medianoche. Sin embargo, Gedeón yace en su sillón próximo a la puertaventana que da al balcón desde donde alcanza a percibir cambios de colores e iluminación en las ventanas de los edificios vecinos, y escuchar murmullos o sonidos que en muchos casos coinciden con el ritmo de su propio televisor, al que no le presta ni la más mínima atención. Sus ojos no dejan de escrutar cada rincón de cada una de las fotografías que Levi le hubiera entregado al mediodía, mientras memoriza cada nombre, cada fecha, cada lugar. No había considerado que ver estas imágenes pudiera causarle un efecto tan devastador. Se sentía engañado, abatido, y hasta con un poco de vergüenza por no haber querido reconocer a tiempo lo que sucedía. Cada una de las palabras de Isaac Levi le volvía a sonar en la mente, y hacía eco una y otra vez, y esa risita... no podía entender porque aquel hombre lo provocaba de esa manera riendo casi burlonamente de su desgracia. Esa risita...