Capítulo 9
–¿Oiga? ¿Le ocurre algo?
Simona no escucha, pero como si fuese un puente en un abismo, ve la puerta abierta y con temblorosos pasos se adentra en Le Monde Rose.
–Uf, loca –exclama la gorda con antipatía y se aleja dando pasitos cortos.
–Dígame –dice la vendedora, pero al no recibir respuesta insiste:
–Usted dirá… Señorita… –pero no obtiene respuesta alguna.
Simona, juntando todo su valor, gira en redondo y mira del otro lado de la calle, pero aquella mirada amarillenta que la había asaltado en la visión de la mañana ya se ha ido.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home