martes, febrero 20, 2007

Capítulo 27

Quizá se trate de una pesadilla, quizá sea la cruda realidad. El hambre y el frío la han debilitado tanto que no comprende qué es lo que sucede a su alrededor, todo se ve muy borroso, incluso un bulto marrón a unos metros de ella. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?... Lentamente Simona se incorpora y se acerca con cierta desconfianza a lo que comienza a parecerse a un bolso de cuero. Mientras intenta abrigarse con sus heladas y huesudas manos, atina a darle un puntapié a su hallazgo. El bolso no opone resistencia. Su ligereza provoca en Simona una brusca sensación de ansiedad por buscar algo de ropa. Al abrir el bolso, comprende que aquella pesadilla aún no ha llegado a su fin. Encuentra un conjunto de ropa interior de encaje y un chal de seda que le resultan familiares. Escondida debajo de las prendas, reposa una carta.